Cuando ya era noche el domingo, un inusitado despliegue policial se dio en inmediaciones de un supermercado en Falcón y Maipú. Hasta allí convergieron unidades que prestamente respondieron a una llamada de auxilio. Luego se comprobó que no había delito alguno, y que sólo se trató del olvido de un empleado.
Las fuentes consultadas relativizaron el hecho, indicando que se respondió como en cualquier situación en la que se demanda la presencia policial.
El vecindario comenzó a comentar que en el supermercado se habían ganado personas extrañas y que estaban en el interior. Como prueba estaba que el ingreso al supermercado se encontraba abierto. Lo cierto fue que un empleado distraído se había retirado del lugar sin cerrar la puerta, ni conectar la alarma correspondiente. Después que la policía verificó que todo estaba en orden se retiraron luego de cerciorarse que los propietarios dejaran las instalaciones debidamente cerradas.
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