Los consumidores comenzaron a recibir esta semana facturas de gas con el nuevo cuadro tarifario autorizado por el Gobierno nacional a fines del año pasado y que, para algunos usuarios, representa un aumento de entre 80 y hasta 400 por ciento. La aplicación de las nuevas tarifas, a las que se suma un cargo específico para cubrir las importaciones de fluido, estaba prevista para antes de las elecciones, pero el Gobierno decidió postergarla para no generar malhumor entre los votantes, se especula desde la oposición.
El aumento en las tarifas de gas se había dispuesto para "la atención de las importaciones de gas natural y toda aquella que sea necesaria para complementar la inyección de ese combustible para poder garantizar el abastecimiento interno".
La medida alcanza a medianos y grandes usuarios residenciales, pero se siente con mayor fuerza debido a que en invierno sube notoriamente el consumo de gas en los hogares.
Según el Gobierno, durante este invierno tendrán que afrontar el cargo tarifario 1,2 millones de hogares que tienen altos consumos. Mientras tanto, para clientes residenciales que consumen más de 800 metros cúbicos anuales regirán los aumentos que se aprobaron a fin de 2008.
Con la llegada de las nuevas facturas, las quejas de los consumidores no tardaron en escucharse.
Un consumidor se quejó porque "entre cargos, impuestos, tasas y demás" registró en la última boleta un aumento del "300 por ciento sobre el importe por el gas consumido".
La llegada de la factura de gas sorprendió también a otro hogar que mientras que el año pasado había consumido 141,56 pesos por 704 metros cúbicos, este año llegó por 338,96 pesos por 471 metros cúbicos consumidos, lo que representa una suba de "265 por ciento", se quejó el usuario.
Para no ser alcanzados por este nuevo cuadro tarifario, los usuarios hogareños deben reducir sus consumos entre un 5 y un 10 por ciento respecto de los registrados en 2003, período de referencia.
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