En nuestros días, ya no es de extrañar que la presencia de la mujer se vaya acentuando en los distintos ámbitos, que durante décadas –o siglos- han constituido monopolio de los hombres. En nuestro país más de la mitad de las estudiantes universitarios, por sólo poner un ejemplo, son mujeres.
El mundo de la política no constituye una excepción a esto. Que una mujer pueda ser jefe de Estado no es ya un anhelo sino un presente efectivo, tanto en nuestro país como en el exterior, donde figuras como Indira Gandi, o Violeta Chamorro hasta Angela Merkel son exponentes de una realidad. En nuestro país pioneras como Eva Perón o Alicia M. de Justo han peleado por ese sueño, y dejado una huella indeleble en la historia argentina.
El avance paulatino pero constante de la mujer en los espacios de decisión política, es como decíamos una realidad, sin por eso negar que es frecuente observar en diversos medios se habla con cierta sorna al tratar el tema de las mujeres en el poder, cuestionando cosas tan triviales como el peinado, el atuendo o si usa tal o cual perfume; constituyendo esto también un acto de discriminación, pues no son los mismos aspectos los cuestionados a los pares del otro género.
En la vida, una ocupa numerosos roles. En lo profesional, he seguido la carrera de abogacía, pero el título que me constituye de un modo especial como persona, es el de ser madre de familia, ese es mi oficio. Soy un exponente de esta sociedad del siglo XXI donde las mujeres hemos salido al mercado laboral, al tiempo que tengo a mi cargo una familia, donde crío y educo a tres personitas. Por eso es que aspiro como nadie que la sociedad funcione bien, una sociedad que pueda recoger a mis hijos con el cariño, la diligencia y el desvelo que yo pongo en ellos, una sociedad que comprenda que su futuro está inevitablemente ligado al de ellos.
Generar la conciencia del compromiso es lo que impulsa gran parte de mi vocación política, que comprendamos que todos somos parte y que es a partir de involucrarse como las cosas pueden cambiar. Eso fue lo que hicieron algunas de las mujeres que citamos al principio de estas palabras, mujeres que no claudicaron frente a las adversidades de una época. Seamos nosotros también arquitectos de este presente y del futuro...
Dra. Virginia Gritti
Candidata a concejal PRO
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