Nahuel Esquivel tiene 27 años y es no vidente. Vive en la localidad de Ramallo y estudia música. A mediados de septiembre pasado, invitado por una docente, concurrió a la cárcel de San Nicolás para que cuente su historia de vida a los internos allí alojados.
En el transcurso de aquella visita, Nahuel explicó de que al quedar ciego completamente, hace cinco años, no pudo hacer deportes como antes, y contó su amor por el ciclismo y el fútbol.
Entre los privados de libertad que participaron de aquel encuentro estaban algunos que integran del taller de bicicletas denominado “Ruedas Solidarias” y otros que forman parte del proyecto “Soluciones Tecnológicas”, que cuenta con el apoyo del Obispado de San Nicolás.
Enseguida los internos propusieron elaborar una bicicleta doble comando para Nahuel y luego de seis semanas de arduo trabajo ayer fue entregada al joven oriundo de Ramallo en la Unidad 3 San Nicolás, dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense.
“Estoy muy emocionado. Comprarme una bici como esta me sale unos 20.000 pesos. Ahora voy a poder volver a la ruta para pedalear”, dijo Nahuel, tras probar el rodado ante los internos mecánicos.
Sobre la experiencia, el ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari, dijo que “propiciamos proyectos de integración con la comunidad a través del desarrollo de acciones de responsabilidad. La idea, como nos ha pedido la gobernadora María Eugenia Vidal, es generar la participación solidaria de las personas privadas de su libertad e incorporar valores por parte de los participantes”.
Nahuel sufrió un desprendimiento de retina en el año 2013 y desde entonces, a pesar de varias intervenciones, no pudo recuperar la visión. Sin embargo, nunca se dejó vencer. “Trabajo en un centro de integración municipal en Ramallo y estudio música en una Escuela de Arte”, explicó.
Como agradecimiento, Nahuel cantó varios temas folclóricos y pop latino y emocionó a los presentes. Las visitas del joven de Ramallo al penal comenzaron hace unos años con objetivos sociales.
“Ya probé la bicicleta y anda muy bien. Ahora no puedo manejar, tendré que pedalear nada más y sincronizar con mi guía. Estoy súper agradecido y feliz. Es algo impagable para mí”, agregó Nahuel.
En el emprendimiento para dejar lista la bicicleta doble participaron seis internos de Ruedas Solidarias y 12 de Soluciones Tecnológicas. Los elementos necesarios fueron provistos por el Obispado y por dependencias policiales y judiciales (bicicletas secuestradas en hechos delictivos).
Además de la entrega del rodado adaptado para Nahuel, se expusieron cinco sillas de ruedas, diez bicicletas y andadores, los que se refaccionaron en el penal y serán donados a la brevedad a entidades carecientes.
En la ocasión también se entregaron certificados a los privados de libertad que aprobaron cursos de capacitación laboral en diseño gráfico y sublimación, pastelería e informática, entre otras.
Además se le entregaron premios a los privados de libertad que participan de los proyectos de fabricación de pelotas, de bolsas biodegradables y soldadura aplicada.
En tanto se firmó un convenio entre el SPB y Cáritas, para ampliar las actividades solidarias que se realizan en conjunto, como el taller de hostias, fabricación de pan rallado y de esencias aromáticas y jabones, entre otros.
Estuvieron presentes el intendente Manuel Passaglia, Obispo de San Nicolás, Monseñor Hugo Santiago, el juez de Ejecución Penal Anselmo González, el subdirector de la Unidad Penal, Javier Leguizamón, la Inspectora de Educación de Ramallo, Carmen More, el supervisor del Ministerio de Justicia, Luis Simonetti, y, de la Dirección de Promoción e Inclusión Socio Laboral del SPB, Mauro Mayorga y Ángel Massei, entre otras importantes autoridades.
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