La Copa del Mundo no pudo ser para los argentinos. Ahora la meta es Qatar 2022. Mariano Misere comparte desde Rusia su mirada de este campeonato mundial, la despedida de los jugadores históricos y la importancia de la hinchada.
Ha pasado otro mundial para la Argentina. En la previa para muchos era candidata, de hecho la gran imagen en Rusia fue Lionel Messi. Sin embargo, los malos manejos dirigenciales y las malas decisiones dentro y fuera de la cancha, hicieron que éste sea el final de muchos jugadores; por ejemplo el del Jefecito (Mascherano) que se retira siendo el que más partidos disputó con la celeste y blanca.
Ahora digo, cómo criticar a estos muchachos si gracias a ellos pudimos disfrutar de tres finales; de las cuales una fue la final del mundo. Ya sé, pueden decirme: pero se perdieron. Sí, pero eso no es fracaso. No es fácil llegar y ellos lo lograron.
Se clasificó al mundial entrando por la ventana. En los amistosos hemos tenido buenos y malos partidos, se han reprogramado y suspendido otros. Entonces, no podemos responsabilizar solo a los jugadores de este final. Sin dudas habrá que corregir muchas cosas, armar un proyecto y hacerlo bien.
Volviendo a lo que sucedió en el mundial. Más allá de la eliminación en octavos de final, voy a destacar una y otra vez el apoyo de los hinchas para con el plantel. Pero además, la camaradería entre los argentinos que estuvimos en Rusia. Desde ayuda para tomar el metro, para llegar a algún estadio, sugerencias para buscar hospedaje, cruzar contactos y cantidad de cosas más. La verdad que eso habla de que afuera de nuestro territorio, somos muchos más unidos y eso es algo gratificante.
Ahora cumpliendo con lo pendiente, como dice el título de esta nota, no merecían este final. Una generación que pasó por todos los estados de ánimo, del amor al odio y viceversa. Fueron criticados y siguieron, se bancaron miles de memes y siguieron, les cambiaron muchos entrenadores y siguieron. Se los llegó a tildar de pecho frío. Se les reclamó que canten el himno, seamos sinceros, ¿qué van cantar si no hay letra?.
Hay algo que sí se podría decir que les faltó a estos chicos, y es un poco más de simpatía para con la gente. De todos modos, no merecían este final y por eso valoro y me enorgullece que se los haya aplaudido de pie. A muchos de ellos se los va a extrañar. GRACIAS JUGADORES.
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