El cuerpo de bomberos de San Nicolás tuvo dos salidas este jueves. Un principio de incendio en una vivienda en zona norte y una falsa alarma en el centro. Consideraciones sobre la responsabilidad ciudadana.
El ulular de las sirenas de bomberos genera ansiedad y pánico entre la gente a su paso. Muchas veces lectores de EL INFORMANTE y oyentes de Radio Net 95.7FM demandan rápidamente información sobre lo sucedido, con precisiones que ni siquiera las autoridades policiales manejan.
Este miércoles por la mañana un aviso de un incendio en una casa de Las Mellizas motivo la atención de los efectivos policiales que cruzaron toda la ciudad para responder al aviso al 100 Bomberos.
A mitad de camino un nuevo llamado dio cuenta que el principio de incendio se había controlado con la intervención de los propietarios y vecinos.
La primera unidad llegó y cerró las maniobras en el lugar. La segunda llegó más tarde por un auto mal estacionado que obstruyó el paso del vehículo especial y lo demoró unos instantes.
Para quien estaba esperando la llegada de la autobomba, esos instantes tuvieron una duración distinta que aquel que bajó un minuto y dejó el auto en doble fila con las balizas encendidas. Para el chofer que guiaba el equipo especial y llevaba a parte de sus compañeros bajo su comando, también.
En esta circunstancia un llamado clarificando la situación bajó la prioridad de la emergencia. Por lo que no tuvo la autobomba que ganar el tiempo perdido, multiplicando el riesgo de una mala maniobra, para llegar a destino. No tuvo el chofer que escoger una opción entre la emergencia y el percance que sufrieron en el camino.
En la tarde del mismo jueves un aviso al 100 de Bomberos dio cuenta de un siniestro en el centro de la ciudad.
La persona que llamó en su desesperación no podía precisar de dónde llamaba y cuál era el lugar donde divisaba que se podría estar produciendo un incendio. El operador usó de sus habilidades para guiarla en un rápido interrogatorio hasta poder obtener la información y dar la directiva precisa sobre lugar y presunto tipo de siniestro en marcha.
Las sirenas alteraron la parsimonia del calor de enero, encendiendo la acción de EL INFORMANTE que como vigía está atento a la novedad para poder responderle a la comunidad.
Finalmente se trató de una falsa alarma, de la mala interpretación de signos como humo y llamas que motivaron el llamado.
Desde el Cuerpo de Bomberos de San Nicolás recordaron algunas de las medidas básicas que por prevención y seguridad se deben adoptar en esos tiempos de altas temperaturas.
Por un lado evitar propiciar cualquier tipo de fuego. Y si este fuera necesario que sea de manera controlada. Las quemas controladas deben ser denunciadas al 100 de Bomberos, para evitar que haya falsas alertas. Así es como ejemplo la tarea que realizan las empresas de fumigaciones, quienes da a conocer su cronograma de tareas para que estén precavidos en el Cuartel cuando se reciba un llamado de emergencia.
En caso de requerir de los bomberos, al dar aviso al 100 Bomberos, citar el lugar desde donde se hace el llamado, y la posición más exacta posible de los indicios de un incendio.
Por lo demás, los servidores públicos acuden a la emergencia con la misma prontitud para todos los llamados, por recorridos preestablecidos hacia las zonas en que se dividió la ciudad. En todos los casos el uso de la sirena es para advertir el paso a velocidad de un vehículo especial y que la vía debe estar despejada.
Con estas sencillas pautas asumimos nuestra responsabilidad como ciudadanos y facilitamos la tarea de los bomberos.
Este sábado, “Poncho” tocará en el Festival Vibra