Policiales
20/03/2015 - 19:25:21



Al final resultaron "mentiras gitanas"



Un intento de robo que terminó siendo esclarecido se transformó en un culebrón que poco tuvo que ver con la veracidad de lo divulgado. Ateniéndonos a la exactitud de lo declarado por la víctima, las gitanas inventaron una historia para cubrir su delito.

Efectivamente el miércoles 18 por la mañana se produjo el incidente en un comercio de la zona sur donde dos gitanas, una mayor y una menor de edad, llegaron a ofrecer todo tipo de amuletos, lectura de manos, trabajos “para la buena suerte”, y otros “servicios”.

Las visitantes apabullaron con sus palabras a la propietaria del comercio que se negó a cualquier compra y le pidió que se retirasen.

Según declara ante la policía en la comisaría Segunda, la mujer la instó “dame quinientos pesos, no me vas a decir que no tenés quinientos pesos”. Y ante la negativa de la comerciante la gitana se envalentonó y le pidió a la joven que la acompañaba, aparentemente hija suya, que se quede en la puerta del negocio, en clara situación de “hacer de campana”.

Superada por la situación y en procura de que se retire del lugar, la comerciante le da un poco de dinero que no satisfizo a la gitana. Aprovechando la vulnerabilidad de su víctima, la gitana se abusa de la situación y simula comprarle mercadería. Es así que comienza a acumular: un bolso, pañales, ropa de bebé, colonias, y otros artículos que encontraba a mano.

La comerciante estaba paralizada por la situación y asistía impávida a los movimientos amenazantes de la gitana sin lograr reaccionar.

“Anotámelo en un papel que después mi marido viene a pagarte” fue la respuesta de la gitana que se retiró del comercio sin dejar de mostrarse amenazante.

En ese momento llega otra clienta y al ver la situación auxilia a la comerciante que estaba n estado de shock por el momento vivido. Apenas recuperada salieron a la calle para pedir auxilio y fue así que en Bogado y Savio, personal de la comisaría Segunda se hizo cargo del tema.

Las sospechosas fueron remitidas a la seccional policial de barrio Somisa, donde la comerciante se pudo hacer de la mercadería que había sido hurtada.

Esta versión de los hechos es la más cercana a lo ocurrido entre la gitana y la comerciante, y es motivo de análisis de la fiscalía actuante. Los roles de víctima y de victimario se confunden muy fácilmente, sobre todo si una de las partes miente para morigerar su situación.

Es obligación dar a conocer la totalidad de las exposiciones y que sea sólo la Justicia la que emita veredicto.

A nosotros nos corresponde no hacer caer en un error a la opinión pública y pedir las disculpas del caso y si se presentaron los hechos de la manera que no fueron.

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