En la madrugada del domingo 21 de abril se pudo observar en el norte del país un meteorito ingresando en la atmósfera, produciendo una luz que iluminó el cielo por unos instantes.
El fenómeno se repetirá con más elocuencia próximamente y podrá ser visible desde esta región.
El astrónomo aficionado Matías García nos esclarece sobre este hecho, otros ocurridos en otras partes del mundo, y anticipa la posibilidad de que podamos apreciarlo en los próximos días.
El fenómeno fue visto en las provincias de Santiago del Estero, Catamarca, Tucumán, Córdoba, La Rioja y Salta donde los testigos aseguraron que el cielo fue iluminado como si fuese la luz del sol en pleno día.
Se trata de un objeto de aproximadamente 20 centímetros de diámetro que al ser atrapado por la gravedad del planeta ingresó en la atmósfera desintegrándose, produciendo luz y calor por la fricción y la presión dada en la caída.
El hecho está asociado a que en estas fechas, entre el 16 y el 25 de abril tanto en el hemisferio sur como en el hemisferio norte, se podrá observar la lluvia de estrellas de Las Líridas.
Las lluvias de estrellas se dan cuando un cometa, en su viaje alrededor del Sol, deja rastros que suelen ser partículas diminutas de hielo y rocas en el espacio. Cuando la tierra cruza el camino de estas partículas, muchas de ellas del tamaño de un grano de arena, de una lenteja o un garbanzo ingresan a la atmósfera terrestre produciendo la lluvia de estrellas fugaces.
En algunos casos el tamaño de estas partículas es mayor al habitual y da como consecuencia un bólido, como el que se observo caer en el norte argentino.
Los meteoros de esta lluvia, proceden de las partículas del cometa C/1861 G1 o "Thatcher", descubierto en el año 186.
Dicho cometa emplea en girar en torno al Sol 415 años aproximadamente, por lo que es considerado de largo período.
La última y máxima aproximación del cometa con respecto a la Tierra ocurrió el 5 de mayo de 1861.
Fotos: Un cometa deja en su estela partículas, que pueden ser atraídas por la gravedad de la tierra, y en contacto con la atmósfera se convierte en una bola de fuego.
Más vistosos resultan en el cielo cuando se percibe en forma de lluvia.