El Escudo Argentino es la fiel reproducción del Sello que usó la Soberana Asamblea General Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata, ordenado por esta misma Asamblea el 12 de marzo de 1813.
Hasta que se instaló la Asamblea General Constituyente, el 31 de enero de 1813, no existía un sello para legislar los actos gubernativos. Se utilizaban las armas reales que se estampaban en los documentos durante el virreinato.
Ante tal necesidad, la Asamblea comenzó a utilizar el sello que hoy constituye nuestro Escudo Nacional. Como testimonio de ello, se conservan dos cartas de ciudadanía expedidas por la Asamblea el 22 de Febrero de 1813, donde figura el Escudo estampado en lacre: una de ellas se conserva en el Museo Histórico Nacional, extendida a favor de Don Antonio Olavarría, y está firmada por el presidente del cuerpo, general Carlos María de Alvear, y el secretario, Don Hipólito Vieytes.
También antes de su sanción legislativa Manuel Belgrano lo usó como símbolo central del gallardete de las tropas emancipadoras, siendo reconocido en los hechos por pueblos y gobiernos provinciales como símbolo del naciente estado argentino.
En 1944 el Poder Ejecutivo Nacional mediante el Decreto 10.302, en su artículo 5° determinó la adopción del Sello que usó la Soberana Asamblea General Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata como representación del Escudo Argentino. Al mismo tiempo logra dar uniformidad al Escudo, quedando conformado de la siguiente manera:
Es un escudo de forma oval cortado con su campo superior de azur (azul), y el inferior de plata (blanco) con dos antebrazos humanos estrechados que representan la unión de las Provincias, el gorro de gules (frigio) es el símbolo de la libertad que sostenido por la pica (lanza corta) identificado con la defensa.
El sol naciente anuncia una nueva Nación, rodeado de los laureles del triunfo. La cinta con los colores patrios hace alusión a la Nacionalidad Argentina.