Lentamente los peregrinos van ocupando los lugares privilegiados del Playón del Santuario, a la espera del primer minuto del 25 de setiembre. En el 29º aniversario de la manifestación de María del Rosario, sólo los mueve el lema ¨Madre, bendice nuestra Patria¨, para vencer el frío y el cansancio.
A la hora cero del martes 25, día de María del Rosario de San Nicolás, luego del saludo a la Virgen con fuegos artificiales, el obispo diocesano, monseñor Héctor Cardelli, celebrará la primera misa de la jornada.
A las 23:00 partían las procesiones con San Nicolás de Bari desde la Iglesia Catedral, que se unía a la peregrinación eucarística desde La Emilia.
De 2:00 a 5:00 habrá noche de oración y de 5:00 a 12:00 y de 19:00 a 21:00 misas cada hora dentro del templo.
A las 14:00 comenzará la adoración eucarística en el atrio del templo y a las 15 se realizará la procesión por las calles de la ciudad, para finalizar en el campito con la eucaristía central, que presidirá monseñor Cardelli.
El acontecimiento mariano
En setiembre de 1983, la población nicoleña se conmocionó con la noticia de que en diversas casas de familias se iluminaban los rosarios, despertando el sentimiento religioso de unos y el escepticismo de otros.
Mientras esto se repetía, cada vez con más frecuencia, congregando al rezo del Santo Rosario a multitud de vecinos, una mujer sencilla, buena esposa y madre ejemplar, comienza a decir que ve a la Santísima Virgen, registrándose el 25 de setiembre de 1983, como la fecha en que por primera vez experimenta esa "visión".
El mayor mérito de esta mujer consiste, quizás, en la discreta conducta observada, ya que nunca intentó cobrar notoriedad pese al extraordinario privilegio de haber sido destinataria de tal gracia.
Comienza así el fluido e ininterrumpido diálogo, donde la Virgen María, avala sus mensajes con citas bíblicas, cuya concordancia resultaría imposible explicar sin la intervención divina, por no contar la receptora con la más elemental instrucción bíblica, exegética y teológica necesaria, para armonizar los textos de los mensajes con los de la Palabra de Dios, en forma tan exacta.
Los mensajes, uno o varios por día, constituyen una verdadera catequesis, lo que constituye la originalidad de esta manifestación mariana, cuya principal temática, al estilo de Lourdes o Fátima, o cualquiera de las otras revelaciones de la Virgen son:
La alianza entre Dios y su pueblo, la necesidad de la conversión de los pecadores.
La recomendación insistente de orar por la paz del mundo.
La conveniencia de difundir y practicar la devoción del Santo Rosario.
La importancia de hacer penitencia y predicar la Palabra de Dios, tema este último, que adquiere en labios de la Virgen un carácter de suma urgencia, las frecuentes exhortaciones a la paz, al amor al prójimo.
La necesidad de comulgar frecuentemente y orar pidiendo al Espíritu Santo.