Las medidas de fuerza del gremio de Camioneros, que bloqueó la salida de camiones cisternas en las destilerías de petróleo, afectó la normal provisión de combustibles líquidos en la región. Las primeras afectadas fueron las YPF, y después por el aumento de demanda, las demás.
Con la finalización del conflicto, se esperaba en las próximas horas que se fuera normalizando al entrega de los combustibles, y el expendio de los mismos.
Los responsables de las estaciones de servicio acusaban a sus distribuidores de entregar cupos más bajos de los que demandan los conductores, y que cualquier versión sobre la escasez de combustibles genera una corrida para abastecerse.
Consideraron que el problema se podría repetir en el corto plazo, si sigue el nivel de confrontación ente el Gobierno y el gremio que conduce Moyano.
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