A 30 años de aquellos hechos de mayo de 1982, Personal Superior y Subalterno de la Prefectura San Nicolás conmemoró el hundimiento del Guardacostas GC-83 Río Iguazú en Islas Malvinas.
La Prefectura Naval Argentina tuvo su bautismo de fuego en la Guerra de Malvinas, pero el 22 de mayo de 1982 protagonizó un combate aeronaval, cuando desde un barco argentino fue abatido un Sea Harrier inglés en la cercanía de Darwin, en la isla Soledad.
El combate se produjo entre el Guardacostas de la Prefectura Río Iguazú y dos Sea Harrier británicos, donde murieron el artillero Julio Benítez y el piloto inglés, un teniente de apellido Batt.
Los Sea Harrier ingleses sorprendieron al Río Iguazú cuando trasportaba dos cañones Otto Melara para el dispositivo del Ejército en Darwin.
El primero en ver el avión caza fue el contramaestre, José Baccaro, quien alertó a la tripulación. Todos corrieron a los puestos de combate, pero en la primera pasada de los aviones enemigos cayó el artillero Benítez, por lo que el lugar lo pasó a ocupar José Ibañez, quien no conocía la especialidad.
La diferencia en la velocidad que había entre los proyectiles y los aviones hizo que los tripulantes argentinos pensaran en una estrategia para contestar a los ingleses. Logrando la caída de uno de los aviones.
El guardacosta quedó encallado por los daños recibidos y fueron los tripulantes los que hicieron las primeras curaciones a Baccaro, quien luego viajó al continente en los Hércules C-130 de la Fuerza Aérea.
De los 57 hombres que participaron en la Guerra de Malvinas, la Prefectura sufrió la pérdida de dos hombres, el cabo segundo Benítez y el marinero Jorge López, del guardacosta Isla de los Estados.