El municipio encaró el saneamiento de un rincón reservado para la disposición de ramas y hojas sobre calle Gardel, detrás del Monte de la Estación.
Fue tras el reclamo de vecinos que vieron como se acrecentaba el montículo de deshechos en el lugar.
Cuando se comenzó con la recuperación del Monte de la Estación, se dispuso un lugar para que los vecinos tirasen ramas y hojas, y que fue creciendo rápidamente.
En ese lugar no sólo había restos de poda, sino todo tipo de basura.
Las bolsas o a granel fueron generando un foco infecciosos, alimentado también por personas que de otros lugares tiraban allí su basura.
Si bien la intención era buena, el desmanejo que se hizo de los tiempos de recolección y la desaprensión de los que dejan cualquier tipo de basura, ahora llevan a los vecinos a pedir que se saque el cartel para evitar males mayores.
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