Durante la noche del viernes y madrugada del sábado la Subsecretaría de Desarrollo Urbano concretó, en su programa de 330 días de controles de tránsito, un operativo en la esquina de Nación y Almafuerte. Resultaron retenidos y enviados al galpón y a la playa de secuestros 32 motos y ciclomotores, y 9 automóviles. Una inspectora fue embestida por un motociclista que quiso evitar el control.
Fue detectado un caso de alcoholemia positiva, en Pellegrini y Almafuerte, a raíz de la denuncia de realizada por automovilistas, ya que un Peugeot 206 se desplazada zigzagueante, poniendo en peligro a coches y peatones.
Participaron del operativo 20 inspectores de las áreas Tránsito y Transporte de la Subsecretaría y 10 policías dependientes de la Comisaría Primera, con personal a cargo del Subcomisario Jorge Ayala y una patrulla con tres efectivos de la Policía de Seguridad Vial, que se ocuparon de realizar los controles de alcoholemia.
Consultado sobre los detalles del operativo, el funcionario responsable del ordenamiento del tránsito nos comentaba que "Fue una noche agitada, en principio por que personal policial de Seguridad debió retirarse para realizar otras tareas urgentes, pero mientras estuvo debieron ser trasladados a la sede policial dos jóvenes; uno por desacato, desorden y resistencia a la autoridad y otro por embestir a una inspectora de tránsito”. Se trata de Matías Nicolás Peruchena, domiciliado en la calle Pombo 483, que cargó contra un grupo de inspectores que labraban actas y realizaban inspecciones. Peruchena transportaba en su rodado a una joven y a un bebé de poco más de un año. De la peligrosa maniobra, que dio por el suelo con los ocupantes de la moto sin que sufrieran daño alguno, sufrió heridas la inspectora Marta Muñiz, con un fuerte golpe en la cabeza. De inmediato fue trasladada a la Clínica San Nicolás por el servicio de ambulancias de emergencias de la Municipalidad. Sobre este incidente, Rodolfo Fernández Viña informó que ¨ las heridas y contusiones recibidas por la inspectora, no parecían revestir gravedad” y lamentó “esta cruel situación de violencia incontrolada e injustificada, que puso en serio riego la vida de un bebé y de un grupo de empleados municipales”. Fernández Viña reiteró que los sujetos que tienen estas actitudes “merecen su castigo”, destacando la dedicación “de los que cumplen sus tareas con el objetivo de bajar los índices de siniestralidad y de causas de muerte por accidentes de tránsito”. En el mismo tenor que en otros casos, independientemente de los resultados que se den a partir de la intervención de la justicia penal, el municipio, a través de la Subsecretaría de Ordenamiento Urbano se presentará en nombre del gobierno de la ciudad como particular damnificado e iniciará las demandas que la asesoría letrada del municipio considere pertinentes.
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