Locales
25/12/2011 - 10:28:34



Hallazgo de yarará en la cocina


Una vecina de barrio Parque Sarmiento se topó con una desagradable sorpresa en la cocina de su casa. Una pequeña yarará se había ganado el interior y provocó un momento de pánico. El pequeño ofidio lamentablemente fue ultimado certeramente con el corte de su cabeza. Algunas medidas a tener en cuenta ante la posibilidad de un encuentro con esta serpiente.
El biólogo Jorge Liotta confirmó que el ejemplar de la foto es una yarará. Las manchas características del lomo y la terminación corta de su cola son inequívocas.Si bien el ejemplar es de pequeño tamaño, indicó que las crías ya tienen ponzoña y se alimentan de pequeños insectos y algunos invertebrados. Por la zona del hallazgo, la proximidad del Parque Rafael de Aguiar, consideró el profesional que no es raro encontrarlas, y especuló que el animal se animó a acercarse a la gente tras comida segura. Descartó que sea un hábito propio de esta especie. Las culebras y serpientes intenta evitar el enfrentamiento inútil contra otro ser vivo de mayor tamaño, y busca rápidamente un refugio, e intenta morder únicamente si es atacada como última alternativa.
Muchas personas cometen la terrible equivocación de matarlas, cuando estas en realidad ayudan a la controlar la población de roedores transmisores de enfermedades. Las personas que saben manejar este tipo de animales habitualmente acorralan a la serpiente, la introducen en una caja o balde de plástico y la liberan en zonas abiertas y seguras tanto para ellas como para las personas.
Algunos creen que, cortando o quemando pastizales, se soluciona el problema. En realidad pasa todo lo contrario, porque cuando es destruido un microambiente como un pastizal, estos emigran a terrenos y casas vecinas, escondiéndose en caños abandonados, baldosas, troncos y juguetes de niños, en donde se producen los encuentros con los seres humanos. Además el control de pastizales de esta manera ha producido siniestros más graves como incendios descontrolados de campos.

Foto 1: La yarará tiene ponzoña desde que nace.
Foto 2: Las manchas características del lomo.

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