Hasta horas bien tempranas de este viernes, un pavoroso hecho de secuestro movilizaba a la ciudad. Pero tras unir testimonios y profundizar en la investigación la policía determinó que se trataba de sólo una broma. Las fuerzas de seguridad pasaron la noche buscando un remisero bromista que decía haber sido secuestrado.
Todo comenzó alrededor de las 20:30 del jueves, cuando desde la remisería “Clarita” se alertó a la policía sobre un secuestro. El llamado daba cuenta que un remisero de esta empresa estaba mandando mensajes de texto diciendo manifestando que había sido encerrado en el baúl de su auto por tres personas que habían subido al vehículo.
Durante largas horas el joven de 29 años, de nombre Román Vega, se comunicaba con sus compañeros y relataba una extraña secuencia de lo que sucedía. La policía se encontró un tanto desorientada por el tono jocoso que comenzaron a adquirir los mensajes de textos.
Vega dio sus primeras declaraciones en la sede policial de General Rojo donde dijo que los delincuentes habían abandonado el auto y se habían llevado el radio del vehículo y un reproductor de música. Según su relato, pudo salir por arriba de los asientos traseros y con un juego de llaves que tenía bajo la alfombra pudo dirigirse hasta ahí.
Comenzó la investigación y surgieron las contradicciones. En primer lugar no se trataba de tres personas sino de una pareja que estaba utilizando el servicio. Lo detalles de lo sucedido estarán definidos una vez que Román Vega preste declaración ante la fiscal Dra. Verónica Marcantonio. En tanto se encuentra a la espera en sede de comisaría.