En la jornada del jueves diversos puntos fueron foco del accionar de la Justicia Tributaria. Con el apoyo de efectivos de Gendarmería se realizaron allanamientos en nuestro medio en búsqueda de los responsables de una empresa fantasma. Sus responsables se encuentran prófugos.
La presencia de inspectores de AFIP-DGI y del personal de Gendarmería que en gran número se movilizaron por la ciudad no pasaron desapercibidos en una jornada convulsionada por otros lamentables sucesos.
Ante la requisitoria periodística los afectados a los allanamientos mantuvieron mutismo, y derivaron las consultas a sus superiores. Horas después se dio a conocer un escueto comunicado, con la información de otros procedimientos, pero no los realizados en nuestro medio.
Al parecer en San Nicolás estuvieron tras los pasos de una sociedad familiar en la que se estarían realizando maniobras de evasión tributaria con facturas apócrifas. La investigación se apoyó en las sospechas en la facturación de una empresa que vende ladrillos provenientes de otra ciudad, y el estándar de vida de uno de los socios, sin ocupación aparente. Autos de alta gama, bienes personales suntuosos, y viajes a lugares paradisiacos fueron la punta de la sospecha.
Trascendió que los imputados no fueron hallados, y que la documentación secuestrada es de sumo valor para la continuidad del proceso. Siempre en el tenor de las versiones oficiosas se divulgó que están asesorándose con sus abogados para decidir los pasos a seguir.
En el comunicado emitido desde la AFIP se informaron sobre operativos de control variados, pero sin dar detalles de estos.
Por orden del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 1 – Secretaria 3 de San Isidro se libraron 165 órdenes de allanamiento simultáneos en sedes de principales firmas cerealeras multinacionales.
La AFIP denunció ante la Justicia que se habrían evadido alrededor de 310 millones de pesos en operaciones de compraventa de granos en negro, a través de una asociación ilícita fiscal.
La maniobra sospechada es la creación de “sociedades pantalla” que darían sustentabilidad al movimiento de granos de otras empresas presuntamente apócrifas, que le venden a las grandes cerealeras, blanqueando las ventas de los pequeños productores rurales no incorporados al sistema impositivo e incrementando los precios de las compras de los acopiadores y exportadores, reduciendo así considerablemente el impuesto a tributar.
En la maniobra se encuentran involucradas unas 200 personas físicas o jurídicas (empresas mixtas, empresas fantasmas, grandes cerealeras, bolseros, escribanos, contadores y testaferros).