El Instituto Nacional del Agua, INA dio a conocer es su Informe Hidrológico de la Cuenca del Plata, las perspectivas para el Paraná en el corto plazo. Con datos de varios organismos nacionales y brasileños, pronosticó para la tercera semana de marzo una marca de algo más de 3,05 m en el hidrómetro local.
El informe analiza primero los afluentes de la cuenca. Se prevén precipitaciones inferiores a lo normal a normal, con alta variabilidad espacial, en el Litoral argentino, República Oriental del Uruguay y extremo sur de Brasil y lluvias normales en Paraguay y cuencas de los ríos Paraná y Paraguay en territorio brasileño.
El río Paraná en Argentina registró la propagación de una onda de crecida de verano, alcanzando niveles dentro de la franja normal para la época.
Los ríos Paraguay y Bermejo registraron ondas de crecida de la alta cuenca y lluvias sobre el tramo argentino donde se desplazan dichas ondas. Las lluvias previstas en el resto del verano podrían generar algún desborde.
La característica saliente de febrero fue la presencia de precipitaciones normales a por encima de lo normal en la Cuenca del Plata, presentando las mayores anomalías positivas en las cuencas de los ríos Pilcomayo, Bermejo y Paraguay; con valores de más de 200 mm. Esto sucedió después que enero tuvo un registro de lluvias por debajo de la media.
Los pronósticos internacionales anticipan para el próximo trimestre un régimen de lluvias normal. En el Litoral, República Oriental del Uruguay y extremo sur de Brasil se prevé un patrón de lluvias inferiores a lo normal a normal, con alta variabilidad espacial.
En las nacientes de los ríos Paraná y Paraguay en territorio brasileño, Paraguay y noroeste argentino se prevé un patrón de precipitación normal
La perspectiva climática indica lluvias tendiendo a las normales en la cuenca Brasileña durante el trimestre febrero-marzo-abril. No obstante, el aporte actual de la alta cuenca y de los principales tributarios está generando una onda de crecida normal para la época. Se observó durante el mes una recuperación de los niveles en los embalses y un leve aumento en los caudales de los principales tributarios. No se espera que se reiteren lluvias fuera de lo normal para los próximos meses. En el tramo inferior del río y Delta los niveles tenderían a recuperarse durante el verano.
El Río Iguazú, con su puerto de Andresito es referencial para medir el aporte de las aguas brasileñas en un gran volumen embalsadas.
Se observó durante febrero un cambio en el patrón de lluvias respecto de enero. Los eventos no alcanzaron intensidades significativas, pero sí las lluvias fueron persistentes, lo que produjo el llenado de los embalses del tramo medio y un rápido aumento del caudal en Cataratas. El 14 de febrero se alcanzó el pico mensual de 6.100m3/s, con una media mensual de 3.500m3/s, duplicando el valor medio mensual de los últimos 25 años.
El caudal en el Punto Trifinio, confluencia del río Paraná con el río Iguazú, fluctuó durante el mes con un caudal dentro de los parámetros esperados para esta época.
Más importantes es ver ahora el comportamiento de Yacyretá, la represa hidroeléctrica. El caudal de aporte al embalse se mantuvo con un sostenido ascenso llegando a pocos centímetros de la cota establecida en el proyecto de la obra. Esta condición acentúa la característica de “embalse de pasada”, reduciendo al mínimo la capacidad futura de atenuación de ondas de crecida.
Esta onda de crecida observada en Yacyretá se propagó durante el mes en el tramo argentino del río manteniendo los niveles cercanos lo normal para la época.
La perspectiva para el próximo trimestre indica lluvias tendiendo a las normales en la cuenca en Brasil. Con la información disponible hasta el momento se prevé que los niveles en el tramo argentino se mantengan estables con valores próximos a lo normal.