En la madrugada del sábado, inspectores de la Municipalidad de San Nicolás, con apoyo de policía, llevó a cabo un operativo de control de alcoholemia, que arrojó como saldo diez vehículos secuestrados, porque sus conductores no pasaron el test.
Los puestos estuvieron en la zona céntrica, labrándose en la oportunidad un total de trece infracciones a la Ley de Tránsito. Se secuestraron diez automóviles por alcoholemia positiva y tres por falta de documentación. Tomó intervención el Juzgado de Faltas Municipal.