Según el Gobierno y las empresas, entre el 85 y el 90 por ciento de los usuarios no los deberá pagar
Los clientes residenciales de luz y gas con niveles de altos consumos volverán a afrontar, a partir del domingo, un ajuste de tarifas que irá del 23 al 93 por ciento, como consecuencia de la caída de subsidios ya prevista.
Desde el primero de agosto comenzarán a regir para los usuarios hogareños las limitaciones parciales que el Gobierno dispuso sobre aumentos tarifarios que habían entrado en vigencia a fines de 2008.
Desde el Ministerio de Planificación admitieron el alza, pero recordaron que la quita de subsidios "ya rigió con idénticas características en agosto y septiembre de 2009".
"En el 2008 comenzó a aplicarse una quita progresiva de subsidios para los sectores de mayores consumos, con excepciones para jubilados, desocupados y electrodependientes, que incluyó la elaboración de un padrón de excluidos tanto para el gas como para la electricidad", señaló Planificación en un comunicado.
La quita progresiva de subsidios alcanza a los hogares que consumen más de 1000 kv bimestrales de electricidad, 10 por ciento del total y más de 1500 metros cúbicos anuales en el caso del gas, 15 por ciento del total.
El resto de los hogares no sufrirán ninguna modificación porque reciben el 100 por ciento del subsidio durante todo el año.
Las nuevas tarifas para el sector residencial regirán sólo durante agosto y setiembre, ya que a partir de octubre, los subsidios transitorios quedarán eliminados y los clientes residenciales de las distribuidoras de luz y gas volverán a pagar las tarifas plenas de energía vigentes hasta mayo.
En el caso del servicio eléctrico, el ajuste afecta a unos 800.000 hogares de todo el país que consumen más de 1.000 kwh bimestrales. En agosto y septiembre, esos clientes residenciales pagarán por cada kwh entre 22 y 93 por ciento más que junio y julio.
Imagen a modo de ilustración.