Interes General
13/07/2010 - 00:10:13



Lágrimas en las mejillas y en el corazón


Los aviones surcaron el cielo, cayeron sobre el "plato volador" gigante lleno con 92 mil personas, en pleno barrio de Soweto -el mismo en el que nació Mandela - y se alejaron. Aparecio Shakira la chica de las notables caderas, para cantar y bailar el Waka Waka, que enamoro perdidamente a los sudafricanos. Y desde la hoja de diario que se rompioó en medio del cesped, aparecieron todas las imágenes futboleras de 63, que pusieron a España y Holanda en la final.

Musica pegadiza, mucha coordinacion, danzas zulues mezcladas con ritmos modernos, baile y en medio de todo eso, el futbol siempre presente: atajadas, golazos, foules, risas y llanto. Futbol y vida mezclados en un mismo lugar y en identico tiempo . Juro que los elefantes se parecian de verdad, se movian como elefantes , hasta que desde la trompa de uno de ellos se chupo la policromia de colorido e imagenes para dar paso a otro grupo de chicos que, gracias a esos mismos efectos luminicos, hicieron que las banderas de España y Holanda quedaran reflejadas para los millones de televidentes de todo el mundo que se emocionaban como quienes teníamos la dicha de estar allí, en el mismo Soccer City de Johanesburgo.

Parecía que el gracias en todos los idiomas era el final de la ceremonia. Sudáfrica le tributaba su propio homenaje al mundo entero. Pero no. Faltaba la frutilla del postre . Cuando el "ladies and gentelmans" resonó con fuerza, casi con furia española por los altoparlantes, se presagiaba lo que todos esperaban.
La aparición de Nelson Mandela. Y allí explotaron los sudafricanos, que rinden merecida pleitesía a su enorme líder, responsable total de la paz del continente. Y aplaudía el resto. Aplaudió el mundo. Fue el punto final de la ceremonia de clausura. El adios antes del fútbol, del ultimo partido, de la despedida definitiva de un continente sufrido, postergado, que quiso -y en muchos aspectos - demostrarle al mundo que se podía.
Fue tu hora Africa. Y juro que cuando la ovación y el grito Madiba Madiba , acompañó a ese hombre de 91 años, las lágrimas corrieron por las mejillas de todos.
Fue tu hora Africa y de nuestro adios.
Todos volvemos a casa, mientras Africa se queda con nuestra emoción y con estas lágrimas.

Especial para EL INFORMANTE desde Sudáfrica, por el periodista Roberto Carnevale

Foto: Periodistas Roberto Carnevale y Gustavo Pacheco

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