Locales
18/06/2010 - 16:50:00



Hay que ordenarnos en la vía pública


Una denuncia sobre el accionar de un camionero en una esquina de la ciudad, dispara la cuestión sobre el ordenamiento del tránsito. Los que violan las normas, y los que no las hacen cumplir. Una cinchada donde siempre el otro tiene la culpa.
La fotografía muestra un camión de reparto de bebidas, que estuvo estacionado en hora pico en Las Heras y Nación. Fue frente a la salida de un jardín de infantes, y a pocos metros del movimiento de otros dos colegios.
El camionero estuvo allí el tiempo que necesitó, mientras quienes circulaban por las calles de esa esquina hacían malabares para poder visualizar al que cruzaba por la otra mano.
Por algunos instantes la pesada mole y su carga compitieron con motociclistas, ciclistas y peatones que iban a buscar a alumnos de la escuela.

La primera reacción fue de rabia por verlo impunemente mal estacionado. Después vienen los cuestionamientos. Hacia el chofer del camión, a los inspectores municipales que no controlan, hacia cualquiera y hacia nadie también.
El delicado tema del ordenamiento vehicular es más profundo que respetar la línea amarilla. Llega hasta los límites del respeto de los derechos de unos y las obligaciones de otros. No hay censura, castigo, reprimenda para el que viola la norma. Tal vez porque no existe la autoridad moral para subrayar el error.
Mientras que algunos se irritaron ante la presencia del camión desubicado, otros pasaron a su lado de manera indiferente. No dejó consecuencia la maniobra indebida. No hubo un choque, no aplastó a ningún chico. Apenas hubo un comentario periodístico movido por una foto de un cortés lector de EL INFORMANTE.

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