Desde hace aproximadamente 10 días se comenzó a notar la falta de azúcar fraccionada en las góndolas de los comercios del interior del país. San Nicolás no escapa a esta realidad. Comenzaron a racionalizarla por cliente, y aumentó un 30 por ciento.
En las cadenas de supermercados hace tiempo que se permiten dos paquetes por cliente. Los minoristas reniegan porque se les ha vedado su acceso en la última semana. Con la escasez del azúcar se incrementó el precio de sustitos, como la sacarina y los edulcorantes sintéticos líquidos. El azúcar de remolacha o la miel, no tienen todavía un lugar preponderante en la dieta de los argentinos.
La faltante del alimento base viene desde hace más de un mes, pero se ha agudizado en los último días. Literalmente ha desaparecido no sólo para el consumidor final, sino también para las distribuidoras.
La industria que necesita del alimento ya no puede sostener los precios de sus productos. Una de las más afectadas es la panadería, que ha absorbido el incremento hasta ahora, pero que no sabe hasta cuando podrá evitar trasladarlo al precio que paga el consumidor.
En relación con las causas de la escasez de azúcar, días atrás el Centro Azucarero Argentino explicó a medios nacionales que “las actuales dificultades obedecen a un incremento del consumo superior al estimado y a una caída de la producción en la zafra pasada debido a factores climáticos”. Y agregaron: “Ya están produciendo ingenios que representan alrededor de 50 por ciento de la producción nacional y en los próximos 20 días comenzará la zafra en el resto de los ingenios”.
En los comercios de la ciudad, donde el paquete de un kilo de azúcar blanco de primera calidad se comercializaba a casi dos pesos, llegó a 3,50 o más. Las previsiones especulan con un kilo a 5 pesos en 15 días.
Se estima que la Secretaria de Comercio Interior podría tomar cartas en el asunto cuando el problema llegue a la Capital Federal.