Es la mejor manera de encarar las cosas. Porque decir “se termina el año”, es dejar la mirada atrás, y el que mira para atrás a veces no sabe que hay por delante. Como si fuera una luz de un fuego artificial, el 2010 se nos presenta esperanzadoramente en medio de las oscuras incertidumbres. Y a esa luz apostamos.
Los que hacemos EL INFORMANTE brindamos con ustedes y por ustedes, por un 2010 luminoso, con el mismo periodismo inquieto y comprometido de siempre.