El procedimiento se originó en San Pedro, después de una minuciosa investigación que llevó adelante a Policía Federal. Desde hacía tiempo venían siguiendo los pasos de acopiadores que se estima traían el pescado a la zona. Sin la documentación habilitante y sin cadena de frío en una de las camionetas, los aprehendidos no pudieron precisar ni la procedencia ni el destino de las piezas, la mayoría de gran tamaño. Los pescados comenzaron a largar mal olor en la calle y las moscas ya se había hecho de lo que estaba a la intemperie. Los vehículos terminaron frente a la Delegación San Nicolás, desde donde fueron llevados al Entre para el conteo de la carga y su destrucción.
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