Personal del CPC sacó de circulación un arma de fuego que secuestró en un procedimiento de rutina. La portaba un joven de 22 años, que fue interceptado en tareas de prevención del delito.
En la medianoche del viernes personal del CPC acude a un llamado al 101 Emergencias Policiales. En el mismo se indicaba que en un domicilio particular de Payán al 520 se escucharon detonaciones de arma de fuego.
Al llegar los efectivos comisionados encontraron a un joven de 22 años tirado en el suelo del patio de la vivienda. Tenía en su poder un revolver, calibre 38 largo, con seis vainas servidas.
Además tenía tabletas de varios medicamentos y una botella de volka.
Estaba fuera de sí, sin poder reaccionar ante los requerimientos de la policía.
Se secuestró el arma, las pastillas y luego de la revisión médica correspondiente quedó alojado en la comisaría Tercera, imputado de tenencia ilegal de arma de fuego, con intervención de la fiscalía en turno.