Interes General
13/04/2014 - 14:41:34



Plan pastoral para orar y hacer


Plan de Pastoral
Tercer mes: 12 de abril a 12 de mayo

EL INFORMANTE le ofrecerá una serie de diez publicaciones, proporcionado un modelo de evangelización y de espirtualidad. Extraídas de la obra del Padre Leandro Chitarroni, Explicitación teológica y posibilidad: el símbolo guadalupano y una pragmática para nuestras transmisiones salvadoras, presentaran orientaciones que pueden ser aptas, en el intento de colaborar a una sociedad más feliz.

El mencionado autor, acentuando en el Amor de Dios que nos salva, y la visita de Nuestra Madre de Guadalupe que nos anima, propone y sugiere oraciones, obras y criterios. Oraciones, obras y criterios a recrear, con la luz del Espíritu Santo que nos convierte, en la vida cotidiana, y en nuestros habituales trabajos o servicios comunitarios y personales.

De hecho, el material ya está siendo utilizado en otros lugares con singular éxito, para enriquecer caminos, actitudes y fines a concretar al compartir la fe. Si bien tienen una inspiración guadalupana, se pueden utilizar sin referencia explícita a la misma.

Camino pastoral: diálogo de salvación

Oración: suplicamos el método o capacidad que nos permita sacar siempre, desde las reservas inagotables de la gente, el alimento para nuestra misión; esforzándonos en reconocer los regalos de Dios en las comunidades, en la realidad en general y en nosotros mismos. Pedimos lo anterior, clave para crecer en semejanza con ese misterio que nos funda, buscando recibir y compartir la universal salvación, particularizándola en cada cultura y subcultura. Y, de esa manera, poder llegar o alcanzar a todas, y vivir la unidad, entendida como comunión de diversidades, y no como uniformidad.

Imploramos los dones de ciencia y entendimiento. Así, por el primero, y en busca del logro de lo enunciado, la habilidad para descubrir y contemplar la belleza más perfecta de las cosas de este mundo; para que viéndola, todo lo creado nos hable de Dios y nos lleve a Él, sin que endiosemos ni desechemos a nadie, ni a nada. Por el segundo, la luz de captar algo del sentido más profundo o sublime de la Palabra de Dios y de las verdades de la fe; para ser capaces de recuperar y renombrar, desde ese sentido, las riquezas de las memorias colectivas de nuestros pueblos, y de sus respuestas a las cuestiones fundamentales.

De esta manera, desde su cultura, presentes en las situaciones de la gente, podremos aproximarnos a vivir y transmitir concretamente la Buena Noticia, siendo factores de hermandad.

Modo de ser que armoniza y fecunda

Nuestra Señora de Guadalupe integra y une en sí misma, con su persona y proceder mestizos, dos cosmovisiones que no podían dejar de desencontrarse. Se presenta como Aquélla que se siente honrada por ser la Madre de Dios y Madre Nuestra; y, con gran ternura y autoridad, a la vez contiene y gobierna, ayudando a generar una nueva realidad social y eclesial. Es de este modo, como al mismo tiempo abre a lo diferente, armoniza, plenifica y corrije, lo mejor de los modos de ser, creencias y aspiraciones, de europeos y americanos.

Obra de misericordia: corregir al que yerra. Sin renunciar nunca al intento de un vínculo amical, proponer desde la humildad, y abiertos incluso al rechazo, la fraterna corrección. Debemos procurar hacerla desde el reconocimiento de la propia fragilidad y mediocridad, buscando salvar, sanar, y no herir; realizándola desde la empatía, y en lo referido al pecado y no a otras cuestiones, como las del gusto personal, por ejemplo.

Oración: suplicamos ardiente caridad, esa fuerza que nos comunica la amistad de Dios para con todos los seres humanos y por cada uno en particular, con predilección por los humildes y abandonados. Que podamos, con esta virtud, ofrendar gratuitamente nuestra vida, para mostrar y hacer encontrar, delicadamente y sin ofender a nadie, con Aquél que es la Preciosura misma. Con ese Dios siempre cercano y amable, plenitud de toda belleza, sentido y respuesta, que tengamos o podamos anhelar.

Encomendamos, además y en la búsqueda de lo anterior, a alguna comunidad o persona a la que luego podremos contar algo sobre Nuestra Madre de Guadalupe, su visita siempre actual, y lo que sigue suscitando.

Pasos y acciones: construir el Pueblo de Dios, recibiendo y compartiendo a la Virgen como Madre de Dios y Madre Nuestra.

Vivir y hacer percibir, la felicidad y el honor de estar llamados, como comunidad, a ser también Madre, a la vez afectuosa y firme, que consuela y desafía a más, que da al Hijo y mueve a ser verdaderamente hermanos a los hijos, enalteciendo de este modo a todas las personas.

Visitar a los pueblos, a las comunidades y a los individuos, intentado rescatar del olvido histórico y de la mala soledad. Ser capaces de estar así al servicio de la gente, de los diferentes grupos que pueda haber, haciéndonos presentes en sus coyunturas, para ofrecer generosamente la Persona y los bienes de Dios, la presencia y regalos del Salvador.

Manifestar y hacer accesible a Jesús, prolongando su mensaje, al buscar compartir solidariamente la existencia, y acompañar misericordiosamente a las mujeres y a los hombres, tratando de hacer llegar la reparación o corrección de toda miseria. Sin excluir a nadie, pero comenzando especialmente por los más pobres y angustiados, y atentos a las carencias que requieran más urgencia.

En todo caso, al intentar lo expresado, querer, contemplar y dejarnos influir por las búsquedas de sentido, y por las respuestas a las preguntas fundamentales ya formuladas por el pueblo.



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