Momento decisivo en el viñedo

La mirada se pierde en el horizonte donde las líneas de las vides se cierran sobre un cielo con nubes. A pesar de todo es optimista el viñatero, aunque espera que no llueva de nuevo, y no se embiche la planta.

En el blog “El Vino Nicoleño” se traduce el pensamiento de Walter Álvarez, que a veces es parte de la rumia y de la conversación con sus compañeros de sueño Hugo Lagostena y Fernando Demarco.

Los tres tienen en una porción de tierra el cultivo de las uvas que procesan para “Los Arroyos”, el vino de la región.

“El lunes y el martes llovió todo el día. Recién esta tarde pude ir a ver las vides. El agua no les había afectado. En las Sauvignon Blanc hice una pequeña poda en verde, solo de nietos y algunas hojas interiores para que corra mejor el aire entre los racimos”

Como la bitácora de un viaje que se va gestando en la uva y terminará en el descorche, extraño es el discurso para los que estamos lejos del arte de la vendimia.

“Debimos curar el sábado. Este año hubo muchas curas. El refractómetro que me regaló Carlos Ponte marcó 10 de boumé para las Sauvignon Blanc y para las Merlot de las hileras viejas y 9 para las Merlot y las Syrah nuevas. Calculo que faltan dos semanas para la vendimia.”

El viñatero tiene la ciencia y la técnica para analizar, pero depende de su intuición y la experiencia para llegar a buen puerto.

Y no son estos lares los mejores para el periplo, pero resulta fascinante recorrerlo y llegar a destino.

Los últimos renglones de esta bitácora decantan todo esto que estamos diciendo.

“Al regreso del viñedo el camino estaba atestado de aguaciles que, en un piquete meteorológico, anunciaban la lluvia que el pronóstico prevé para mañana. Hay que estar atentos. En este momento el agua es nuestra oponente.”

Foto 1: Syrah
Foto 2: Sauvignon Blanc
Foto 3: Las vides

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