Los carnavales están prohibidos para los aburridos. Y hay algunos que todo el año están de juerga. Ni siquiera se detienen en enero cuando el país se relentiza al ritmo de las vacaciones. Y desde el Abrojal sobrevivieron a los festejos de fin de año, las Tapialeras sin piedad se despachan contra los que están en el corso.
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Homenaje a Raúl Carnota a beneficio de la Casa de la Música