La empresa que recolecta los residuos domiciliarios en nuestro medio padece de una situación financiera precaria, y no puede responder a las exigencias del contrato que tiene con el municipio. En pocos días más, de no regularizar su situación, se quedaría sin la concesión del servicio.
A diario se multiplican los reclamos de contribuyentes que ven como se acumulas las bolsas de residuos en sus canastos. Los menos han denunciado que empleados de Medio Ambiente han recogido las bolsas y las apilaron en la esquina para facilitar cargarlas al camión, pero nunca las levantaron.
En la Oficina de Defensa al Consumidor y Reclamos Municipales se acumulan los reclamos de distintos sectores de la ciudad en distintos días.
Desde allí se explicó que las denuncias sirven para poder exigir a la empresa el cumplimiento de los recorridos, que se encuentran mermados porque Medio Ambiente tiene menos unidades desde que sufrió el siniestro que destruyó a tres de ellas.
Mientras todavía quedó sin esclarecer aquel hecho, la concesionaria ha incurrido a diario en faltantes de cuadras por recorrer, y en otros casos a desdoblado los horarios y sin cronograma cambió los hábitos de los vecinos.
Los contribuyentes depositan las basuras en días y horas prefijados, y la demora del recolector hace que las bolsas sean presa fáciles de los perros callejeros, multiplicando la imagen desagradable y la fetidez en el ambiente.
Según dijeron funcionarios municipales, entre ellos el titular del Departamento Ejecutivo, Dr. Ismael Passaglia, emplazaron a la empresa para que regularizara su situación antes del 15 de agosto.
Se estima que seré improbable que pueda Medio Ambiente asumir las responsabilidades contractuales, con lo que de no llegar a un nuevo acuerdo, dejaría la concesión.
Ya se abrió un abanico de comentarios y suposiciones acerca de cómo el municipio resolverá la contingencia.