Salud
26/02/2012 - 18:18:34



Volver al peso después de las vacaciones


Recomendaciones sencillas para encarar el año con todo. Si durante los últimos meses bajó los brazos y dejó que su dieta también se relajara, no caiga en la culpa y, en cambio, recurra a la acción. Lo pasado quedó atrás; ahora es momento de mirar hacia adelante. Recuerde que su salud no es un trabajo, sino la mejor inversión.
Seguramente las vacaciones lo ayudaron a “recargar pilas”. Aproveche, entonces, esa nueva potencia para instalar con fuerza hábitos más saludables. Aquí van algunas sugerencias útiles:
Acepte que las vacaciones terminaron.
Los kilos no llegan por arte de magia. El deseo de privilegiar el descanso y alejarnos de todas las obligaciones, tal vez hayan hecho que descuidemos la actividad física y nos refugiemos en opciones rápidas y sabrosas pero cargadas de grasa o azúcar. Todos tenemos derecho a un “recreo”, pero aceptemos cuando suena la campana.
Amíguese con la balanza.
No piense en la balanza como un enemigo sino como el mapa que le indica dónde está hoy y a dónde quiere llegar. Elija un día para pesarse y descarte las excusas. Si tiene unos kilos de más, no se desespere: póngase como objetivo bajarlos y contrólese periódicamente.
Pida ayuda profesional.
Si le resulta muy difícil bajar de peso, un nutricionista podría ayudarlo a cuidarse sin privarse innecesariamente. Deje de lado la vergüenza por la pancita o el temor a que lo “reten”. Ud. no es el único que se relajó durante las vacaciones, y los profesionales lo saben. Recuerde que su trabajo es ayudarlo a alcanzar un peso saludable.
Haga un compromiso para todo el año.
Esta es una buena época para pensar en cambios. Renuévese con objetivos que estén a su alcance. Algunos ejemplos: practicar un deporte, inscribirse en un gimnasio, cocinar más liviano, hacer viandas saludables para llevar al trabajo, programar las comidas para la semana, incorporar más frutas y hortalizas, o simplemente reducir la cantidad de grasa y azúcar de su alimentación habitual. Asigne fechas a los cambios y anótelos en su agenda.
Inicie un programa de actividad física.
Muchas personas consideran a la actividad física como un trabajo pesado. Elija actividades divertidas como un deporte que disfrute, o salga a correr con su familia o amigos. Mientras más placentera sea la actividad, más posibilidades tendrá de sostenerla a lo largo de todo el año.
Controle el estrés.
Volver de las vacaciones no significa necesariamente cargarse de preocupaciones. El estrés puede liberar sustancias que contribuyen a la acumulación de grasa en la zona abdominal, lo que no sólo afecta a su peso sino que aumenta el riesgo de sufrir ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares (ACV). Recuerde que para relajarse no es necesario estar a orillas del mar.
Aleje las tentaciones.
Es posible que sus amigos o familiares estén todavía con “la cabeza en las vacaciones”. Aprenda a decir que no cuando las tentaciones pongan en riesgo su dieta.
Por lo menos, hasta el próximo verano.

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