Durante la jornada de Nochebuena y Navidad varios vecinos de San Nicolás y ciudades vecinas recibieron llamados intimidantes sobre accidentes que sufrieron familiares y terminaron extorsionándolos. En uno de los casos despojaron a los desprevenidos de una cifra importante de dinero en tarjetas telefónicas. En las últimas horas se repitió la maniobra.
Desde hace tiempo se viene advirtiendo sobre este tipo de modalidad delictiva, que en algunos casos resultaron provechosas para los ladrones. Fuentes bien intencionadas indicaron que sólo trascienden algunos de esos casos, y que la mayoría no hace la denuncia correspondiente.
En el caso más emblemático se repitió el modus operandi que les dio alguna vez resultado. Desde una línea telefónica que no se puede identificar una voz masculina se presenta como autoridad policial, y le informa que se encuentra al lado de una persona que le facilito el teléfono para llamar a la presunta víctima. Con una serie de manejos bien estudiados, y que explotan la sorpresa, desconcierto y pavor de su interlocutor, le sacan los primeros datos. Allí una segunda voz, a veces doliente y otras veces aterrada, insta a los incautos a que entregue el dinero “para que lo dejen ir” o “para que no le pase nada...” A partir de ahí la primera se pone imperativa y traza una serie de diligencias en procura de hacerse de dinero o los números de tarjetas telefónicas. Este último indicio roza al ámbito carcelario, donde este tipo de mercancía tiene mucho valor, y es moneda de trueque de materiales, servicios u otros vicios.
Lo cierto es que en algunos casos los cacos logran su cometido, y en otras las víctimas cortan la comunicación y se cercioran de los datos inventados para embaucarlos.
La policía sugiere en todos los casos no perder la calma y dar siempre aviso al 101, para que los guíen en los pasos a seguir.