Los festejos de Año Nuevo no tienen que convertirse en una excusa para beber de más. Hay que recordar que ingerir bebidas alcohólicas en exceso no sólo puede ser malo para la salud ya que ocasiona daños al hígado, cerebro y otros órganos, sino que también puede ser peligroso.
Pasar unas fiestas saludables no significa que tengamos que abstenernos de las bebidas alcohólicas, siempre que la ingesta sea moderada y acompañada de comida, ya que cuanto más lleno esté el estómago más tardará el alcohol en llegar a la sangre.
Deberán prohibirse las bebidas alcohólicas a todas las personas que padezcan enfermedades crónicas del hígado, del sistema nervioso y del páncreas. Además, es necesario que se tenga precaución con los medicamentos.
En esta época, el festejo suele durar hasta altas horas de la madrugada y se acostumbra visitar diferentes lugares durante la noche para saludar a familiares o amigos. Por eso es necesario recordar, que aquellas personas que deban manejar, se abstengan del consumo de alcohol para evitar infortunios.
A continuación se enumeran algunos de los efectos más importantes que produce el alcohol: las capacidades auditivas y visuales están alteradas afectando la capacidad para conducir, aumentan las conductas riesgosas y disminuyen las inhibiciones. Con respecto a las habilidades motoras, cualquier movimiento está alterado, disminuye el equilibrio y la coordinación, el tiempo de reacción es más lento y puede producir problemas para caminar. Además, disminuye la frecuencia cardiaca y la presión arterial, los músculos se relajan y aumenta la diuresis, se orina más.