Antes de los acontecimientos de inseguridad graves que son de público conocimiento y que tuvieron como protagonistas a personas asaltadas luego de retirar dinero en el banco, el tema del manejo de dinero era un temor fundado entre la población. La mayoría tiene temor y desconfía de este tipo de maniobras.
La ausencia de personal policial en la zona bancaria en ciertas horas que las calles están desoladas, y la presencia de personas sospechosas al compartir el cajero automático, han obligado a los usuarios de este servicio a tomar previsiones. También las limitaciones con respecto a las transacciones comerciales, que cada vez son más controladas generan dudas y suspicacias. Los clientes de los bancos exigen más medidas de seguridad a los las entidades, pero sobre todo reserva sobre los valores depositados y movilizados. El tema vuelve a tomar actualidad, sin que nunca antes hayan dejado de están en la agenda de seguridad de funcionarios policiales y de los propios bancos. La bancarización de las transacciones sigue siendo la solución a estas cuestiones. La escasa reserva de la información, o la infidencia de los propios clientes, facilitan el accionar de hampones especializados en este tipo de delitos. Lo que se ha notado es un aumento en la violencia ejercida en el atraco, y la osadía de los ladrones en ejecutar sus golpes. En la encuesta de EL INFORMANTE una gran porción confesó su miedo, y muy pocos otras estrategias para evitar ser víctimas de los aprovechadores. Un 18 por ciento manifestó que se siente seguro cuando realiza una extracción en el banco.