La necesidad “puede” tener cara de hereje. No necesariamente debe justificarse un acto criminal, por las carencias económicas o la ignorancia social. Una lectora de EL INFORMANTE envió esta foto, que en sí misma no necesita de ninguna explicación.
La situación se puede dar en cualquier calle de la ciudad. Pero en particular ésta se dio en Balcarce y la Ruta 188. Ambas motos van a ingresar a la arteria que más víctimas fatales estadísticamente arroja en los siniestros viales de San Nicolás. En la moto de la derecha, dos jóvenes de dudosa edad para estar al comando de un rodado de ese tipo, lo hacen sin casco. A la izquierda se repite la situación, pero en este caso con cuatro ocupantes en la misma moto. No sólo que desafían su propia suerte, sino que además ponen en riesgo la seguridad de los otros que circulan por allí.
Injustificable.
Pero lo pero, es que nos estamos acostumbrando a que esto ocurra. Parece no haber control que baste para terminar con las infracciones, ni escarmiento para quienes desafían hasta los más esenciales criterios del sentido común.
Cuando ocurren los siniestros, primero se culpa a la fatalidad, después a los otros, y se olvidan de quienes son los generadores de los mismos.