El 5 de octubre se celebra el Día Mundial de la Meningitis, una fecha clave para generar conciencia sobre una enfermedad que puede ser mortal y que, a pesar de los avances en su prevención, sigue siendo un desafío de salud pública a nivel mundial.
La meningitis es una inflamación de las meninges, las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, y puede tener consecuencias graves si no se trata de manera adecuada y a tiempo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que esta enfermedad, en su forma bacteriana, puede ser letal en menos de 24 horas, y aquellos que sobreviven enfrentan, en muchos casos, secuelas a largo plazo. Estas incluyen pérdida de audición, problemas neurológicos e incluso amputaciones en casos donde la enfermedad se complica con septicemia.
A nivel global, la meningitis sigue siendo una importante causa de muerte y discapacidad, que afecta principalmente a los niños pequeños y a los adolescentes. Según la OMS, uno de cada cinco sobrevivientes de meningitis bacteriana sufrirá secuelas permanentes, lo que resalta la urgencia de generar conciencia sobre las medidas de prevención.
Entre estas medidas, la vacunación es la herramienta más efectiva, ya que protege contra los principales tipos de meningitis bacteriana, como las causadas por el meningococo, neumococo y el Haemophilus influenzae.
En Argentina, la meningitis bacteriana es una de las mayores preocupaciones en términos de salud infantil. De acuerdo con los últimos datos del Instituto Malbrán, el serogrupo B del meningococo es actualmente el más prevalente. Este tipo de meningitis es particularmente peligroso debido a su rápida progresión y a la dificultad para detectarla en las primeras etapas, ya que sus síntomas iniciales —fiebre, rigidez en el cuello, dolor de cabeza— se confunden fácilmente con otras afecciones.
Fuente: Infobae