Interes General
30/03/2020 - 18:21:47



La peste, la nobleza y sus nauseabundos hábitos de higiene


Cual rey de la más antigua monarquía, encerrado ante la llegada de la peste, se me ocurrió recordar algunas cosas que me contó algún profesor de historia del ceremonial.

La peste... inesperada y desconocida. Con ignorancia sobre cómo proceder y sobre su origen. Así se comenzaba una cuarentena. Un aislamiento que establecía su alteza real. 30 días, originalmente, pero vaya uno a saber porque después pasó a 40 días. Dicen por ahí que es responsabilidad de los italianos y porque la peste negra tardaba 20 días en manifestarse.

Del trentino se pasó al quarantino, un término derivado de la palabra italiana “quaranta”, que significa "cuarenta". Algunos piensan que está relacionado con la duración del diluvio universal o con los días en los que Cristo estuvo en el desierto de Judea, 40 días.

Casi sin recursos hacían lo imposible por detener algo que afectaba a todos. La peste no sabía distinguir entre ricos y pobres. Y menos aún tener piedad ante los reyes. Las fuentes escritas son tan exageradas como apocalípticas.

¿Quién alguna vez no fantaseó viéndose en esas ropas increíbles, disfrutando de un banquete descomunal y bailando al mejor estilo palaciego? La belleza y las líneas arquitectónicas de cualquier palacio dejaban, dejan y dejarán a uno sin dudas boquiabierto. Al menos en mi caso, el sueño de pertenecer a la corte se disipa al momento de pensar en la higiene y las estructuras sanitarias que poseían los palacios.

No todo eran telas bordadas en oro, encajes increíbles, pasamanería y hermosos vestidos. Nobles caballeros en trajes de lujo hacían alardes de su estatus social, pero convivían con terribles condiciones insalubres.

¿Pueden imaginarse los olores? La clase alta solo tomaba un baño de cuerpo entero una vez cada tres meses. El hedor del cuerpo humano era amortiguado con perfumes persistentes. Ir al baño a tomar una ducha o a realizar las necesidades fisiológicas, es hoy en día, algo normal y de rutina diaria; un hábito que hace algunos siglos era algo extraño. Justamente lo contrario a lo que hoy sucede, la “falta de higiene era la norma”.

Versalles, esconde malos olores. Su famoso Rey Sol, Luis XIV ostenta haber tomado su baño sólo un par de veces en su vida. Detrás del primer escrito sobre modales, piojos, pelucas, polvo de arroz, malos olores y actos de poca higiene se suman hábitos tan desagradables como orinar o defecar en los pasillos.

Por eso se entiende que cualquier pandemia exterminaba a más del 60% de la población. Uf! por suerte tenemos a favor que actualmente somos más higiénicos y que el alcohol en gel, aunque esté caro, nos ayuda a cuidarnos de no contagiarnos. ¿Cómo llamaremos a esta peste? ¿La peste rubia? ¿Qué cosa, no? “Corona-Virus” nada más noble que la corona de una casa real y el virus recibe esa desinencia para su descripción lingüística.

Sí, sociedades en las cuales el baño no era una parte importante para la casa. Creo que nadie hoy podría resistir a la falta de un baño y acostumbrarse a tirar los desechos por el balcón, o guardarlos en un recipiente bajo la cama. Famosos palacios en el mundo tenían solo una letrina oculta detrás de un gran pesado cortinado de terciopelo donde todos podían orinar y defecar. Las tazas de cerámica y las doncellas estaban a merced de ayudar a sus señores en tan privada situación. Nada de alcohol para combatir un virus y menos aún agua y jabón, pero no obstante eso, se hacían llamar nobles.

Los trajes aristocráticos eran confeccionados con “la toile” en lino ya que absorbía la transpiración. Creían que el lino purificaba el cuerpo y eso era suficiente para no bañarse.

Lavarse las manos y la cara, refrescar algunas partes con una tolla húmeda era suficiente como signo de buena higiene.
Tener el cabello grasoso era sinónimo de “brillo saludable”.

Nadie tenía por costumbre lavarse la cabeza. La aparición de las pelucas en la corte fue por la extrema infesta de piojos que hubo. Las usaron para dar aspecto de limpio. Gracias Head & Shoulders! Para cuando Francia firmaba decretos para retirar las heces de palacio de manera regular los Ingleses ya tenían su primer inodoro.

Pensar en polvo de arroz para tapar las heridas e impurezas del rostro por la falta de higiene es de no creerse. Pastas, ungüentos, aguas perfumadas de hierbas eran usadas para combatir casi todo sin saber qué combatían. Las mujeres se embebían pañuelos y los llevaban en el corsé y también en sus pequeños bolsos tejidos de metal, que permitían que el aroma fluyera. Más de una vez lo olían antes de desvanecerse por los malos olores.

Ni pensar en la existencia del papel higiénico. Hojas vegetales se usaban en su reemplazo. Y una vez más parece que los Chinos lo hacen todo, ya que recién en el siglo XIV fue que ellos inventaron el papel higiénico tal cual hoy lo conocemos.
La llegada del jabón no fue nada fácil pero el más usado por los nobles tiene más de 9 siglos de historia. Era apto para todo tipo de pieles y es el primero en su estilo por sus propiedades antisépticas y antibacterianas. El jabón de “Alepo” solía llegar tallado con el escudo de la casa real que lo encargaba.

Se tenía la idea que el baño abría los poros, y por lo tanto permitía la transmisión de la peste. Pero quedó comprobado que nada de eso fue verdad y que las ratas poco tuvieron que ver con la propagación, fue la falta de higiene lo que la provocó.

Sin malos hábitos no tendremos peste y si llega, al menos, sabremos cómo actuar y cómo combatirla.

#quedateencasa

Prof. Adrián Pavía.
Etiqueta & Comportamiento Social

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