El Juzgado de Faltas Municipal determinó que un infractor debía ser penado con el retiro de la licencia de conducir y una multa que beneficia a un comedor. La medida advierte de la rigurosidad con que se sancionarán las faltas a la Ley de Tránsito.
El hecho en cuestión se produjo el 28 de abril cerca de las 15:30. La policía fue alertada de que en la intersección de Dámaso Valdez y las vías habia varias motos corriendo picadas. La policía se hace presente en el lugar y procede a la detención de un motociclista que junto con otro que logró darse a la fuga, realizaba maniobras temerarias en un espacio público. Se procedió al secuestro del vehículo y a labrar el acta correspondiente.
La determinación del Juez Municipal de Faltas, Martín Brignoli fue la retención de la licencia de conducir del infractor por tiempo indeterminado, el pago de una multa y la donación de $ 3000 al merendero de Barrio Virgen del Lujan, que deberá hacer efectiva antes del viernes 6 de mayo.
En cuanto a las sanciones, que consistieron en multa económicas superiores a los 3.000 pesos para el conductor y en una suspensión de la licencia de conducir por un plazo indeterminado, el Juez explicó: “No queremos tener que comunicar noticias que haya que lamentar. Una picada es la antesala a un delito culposo. Ni mucho menos que esto se convierta en una cuestión cotidiana. Por eso, tomamos la decisión de revocar su licencia por un período indeterminado. Las picadas son maniobras temerarias que ponen en riesgo la vida de ciudadanos nicoleños, y me parece que tenemos que asumir una actitud ejemplificadora para evitar que esto se pueda volver a repetir. No se utiliza mucho la revocación o suspensión de licencias por tanto tiempo; por lo general, se hace sólo de tres a cuatro meses. Pero dadas las circunstancias, creí necesario hacerlo de esta forma y ser lo más severo que la Ley me permitía”.
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